lunes, 26 de abril de 2010

El balneario renueva Grávalos


La reconstrucción del balneario está cambiando Grávalos. El Balneario se reabrirá próximamente y se especializará muy pronto en tratamientos cosméticos y dermatológicos. Con la rehabilitación de este emblemático establecimiento, el turismo se perfila como tabla de salvación para sujetar en el pueblo a una población muy envejecida.

Como fruto del esfuerzo de numerosas personas, el 8 de septiembre de 2007 se colocó la primera piedra de las obras de rehabilitación del Balneario de Grávalos, que anunciaban una inversión inicial de 8.184.080 euros. Con esta actuación, se volverá a poner en marcha un recurso vinculado al termalismo o turismo de salud que ha permanecido cerrado durante décadas.

Las aguas


El Balneario de Grávalos volverá a especializarse en tratamientos dermatológicos -muy poco desarrollados en el panorama terapéutico español- y respiratorios, ya que las aguas de su manantial están catalogadas como de tipo "sulfurado cálcica". Según los informes médicos sobre sus propiedades, presentan unas características químicas y físico-químicas poco frecuentes en España que las hacen idóneas para tratar enfermedades dermatológicas y respiratorias, aunque también pueden utilizarse para tratar enfermedades reumáticas y digestivas.

La rehabilitación del edificio

La rehabilitación ha consistido en la recuperación del antiguo edificio original y la construcción de dos nuevos bloques, así como su adecuación para ofrecer los servicios propios de un hotel-balneario. La financiación de la obra corresponde en un 80% a la Consejería de Vivienda y Obras Públicas del Gobierno de La Rioja y en un 20% al Ayuntamiento de la villa, que ahora explora el mercado en busca de una empresa solvente para adjudicar su explotación.

El edificio del balneario contempla tres áreas según los tratamientos que se apliquen: en la planta baja se ubica la zona de tratamiento respiratorio; en la planta primera, el área dermatológica; y en la planta segunda, la de bienestar, en la que se ofrecerán tratamientos de belleza y cosmética. Expertos del sector aseguran que podría ser el área más moderna de Europa.

Se inaugura un nuevo pabellón de habitaciones o zona hotelera, salones, restauración y terrazas, en contacto y sobre la alineación del edificio original y del camino posterior. El establecimiento hotelero contará con tres estrellas y capacidad para 151 plazas hoteleras. El edificio alberga 70 habitaciones dobles, 6 individuales y 2 para personas con discapacidad. La habitación tipo dispondrá de 17 m² con baño de 5 m². El hotel dispondrá de recepción/hall, bar, comedor y salón. Los garajes de la planta sótano estarán conectados con la recepción. En el ala este se ubica el área balnearia conectada con el manantial. El mirador desde el spa ofrece una fantástica vista a la vega.

170 años después


En 1839, el Ayuntamiento de Grávalos acordó que se mejorara la pequeña construcción que debía existir desde el siglo XVI en la fuente de aguas medicinales y se construyera un establecimiento para tomar baños y beber el agua "con toda comodidad y limpieza". "Siendo objeto de esta Corporación el que los enfermos encuentren todo el alivio", el pleno determinaba, el 22 de septiembre de dicho año, que se buscaran los fondos necesarios para edificar el balneario que ahora se termina de rehabilitar.

El terreno de donde mana el abundante manantial y el edificio -que tras aquella decisión fue inaugurado en 1843- seguían siendo, 170 años después y tras muchas vicisitudes, propiedad municipal. Pero durante este periodo las circunstancias han cambiado mucho en el pueblo: la agricultura y la ganadería ya no tienen el peso específico que ostentaban en aquella época, y la industria y los servicios que arrastran a los jóvenes se localizan en los grandes núcleos urbanos. El balneario obrará el milagro de levantar el pueblo.

viernes, 16 de abril de 2010

¿Es imposible no comunicar?

Si dos personas no se comunican eso tiene un gran significado. Pero eso no es comunicación. Bien es cierto que nadie puede dejar de proporcionar información, resulta imposible. La información (del latín informare, dar forma) es muy importante, reduce la incertidumbre. Sin embargo, para que exista una verdadera comunicación (del latín communicare, compartir algo, poner en común) debe haber una intención de entendimiento y una interacción. Este axioma es extensible a cualquier sistema u organización.

Aristóteles define la Retórica como el arte de persuadir o convencer de algo. No sólo abarca el lenguaje desde el punto de vista de los contenidos, sino que contempla la expresión. Relaciona persuasión y argumentación, y las vincula a la lógica, a la dialéctica, como estrategia, y, por supuesto, a la ética.




Hay múltiples teorías de la Comunicación y de la Información. Una muy curiosa es la Teoría Matemática de Shannon y Weaver, que apunta que la información no es el significado del mensaje sino que tiene que ver con el conjunto de los mensajes posibles. Alude a la medida de libertad de elección de la fuente; no es lo que se dice sino lo que podría decirse. Luego hay que tener en cuenta el llamado "ruido" del mensaje y que la percepción del receptor es selectiva. Este paradigma es limitante, frente a teorías de otros autores, como Johansen, para quien la información consiste en datos provistos de sentido.

Los comunicadores somos muy necesarios; no sólo informamos, eso lo hace cualquiera, y hoy con las nuevas tecnologías cada vez más gente. Pero comunicar, lo que se dice comunicar, supone mucho más, es más enriquecedor, más efectivo, y afectivo. Llega más allá. Estamos hablando de participación, de intercambio. Para ello ha de haber empatía; se trata de compartir el conocimiento.

A comunicar se aprende, aunque no todo el mundo precise estudiar en una facultad de ciencias de la comunicación para conseguirlo.